Dicen que la cara es el espejo del alma, y a veces tienen razón quienes esto argumentan. No siempre, pero algunas veces es muy cierto. Porque Ximo Puig, ese prodigio de carisma, tiene cara de tonto y ES TONTO. De otro modo no se explica que se atreva a comparar el discurso de Pablo Iglesias II y los otros líderes de Podemos con los argumentos que utilizaba el dictador fascista Mussolini. ¿Habrá leído don Ximo alguna vez algo de Mussolini? ¿Habrá leído don Ximo algo alguna vez? Tras un alarde tal de ignorancia política, maese Ximo debería dimitir y ponérselo fácil a sus compañeros dirigentes del Partido Socialista, que todavía andan enajenados de vértigo estético-político después de elegir al guapito Pedro Sánchez como futuro candidato a Presidente de un hipotético gobierno de "izquierdas". Porque si creen que van a ganar elecciones a base de presentar candidatos guapos, más vale que prescindan de don Ximo y su oratoria. Yo sospecho que detrás del guaperas, émulo de Kénnedy, no hay nada más que labia y poses. Y estoy convencido de que detrás del ingenioso hidalgo don Ximo Puig tampoco hay nada, salvo cara de despistado y torpe retórica de primero de EGB. El tío ha conseguido dejar chiquito al Floriano del PP, que ya es decir. ¿Y con estos mimbres quiere la cúpula pesoera perpetuarse en el poder? Lo peor de todo es que los estrategas de la Derechona estarán frotándose las manos y pensando que ya lo han conseguido, que la izquierda se rompe, una vez más, en su beneficio, gracias a los tontos que tiene el PSOE en Valencia. Estamos apañados.
Miguel Ángel Pérez Oca.
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